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Textos

Carta del MO

“Los jóvenes, la fe y el compromiso vocacional”

Carta de invitación de fray Bruno Cadoré O.P. para comprometerse en la dinámica preparatoria del sínodo

Estimados Hermanos y Hermanas en Santo Domingo,

Como sabéis, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo de obispos sobre el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional », que se reunirá en octubre de 2018. Por medio de esta carta, al dirigirme a vuestros respectivos responsables, quisiera invitar al conjunto de la Orden, frailes, monjas, laicos, hermanas y otros miembros de la familia dominicana a tomar parte en el proceso de preparación de este Sínodo, respondiendo a la invitación que el Papa ha hecho a todos los jóvenes (de 16 a 29 años) a que preparen el Sínodo con él.

Esta carta se inscribe en la perspectiva que han abierto las conclusiones del Congreso de clausura del Jubileo (Roma 18-21 de enero de 2107). En la dinámica de renovaci6n de la misión de la Orden, el Jubileo había, en efecto, considerado el mundo de los jóvenes como uno de los temas prioritarios y como una ocasión para renovar la predicación fortaleciendo así la colaboración en el seno de la familia dominicana.

El Sínodo de 2018 se inscribe en la dinámica abierta por el otro Sínodo consagrado a “la nueva evangelización y a la transmisión de la fe”, a raíz del cual el Papa Francisco ha promulgado la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, seguido por los dos Sínodos consagrados al tema de «la vocación y la misión de la familia en la IglesiaSINODO SIMBOLO y en el mundo contemporáneo». Esta dinámica llama muy particularmente la atención de nuestra Orden, dedicada toda ella a la evangelización de la palabra de Dios según los términos de la bula de Papa Honorio III del 4 de febrero de 1221.

Por esta razón, al conocer el tema del Sínodo, solicité al Cardenal Baldisseri, secretario general del Sínodo de Obispos, una audiencia a la que acudí con fray Orlando Rueda, socio para la vida apostólica. Fue esta la ocasión para una primera información sobre la preparación de este Sínodo, al que el Cardenal nos dijo que todos estaban invitados a participar, muy especialmente los jóvenes. A continuación se ha publicado un Documento preparatorio. Durante la presentación de dicho documento a la Prensa, se ha hecho hincapié en la invitación dirigida a los jóvenes: no se trata solamente de preguntarse cómo acompañar a los jóvenes en el discernimiento de su opción de vida a la luz del Evangelio, sino más bien de ponerse a la escucha de sus deseos y de los proyectos que tienen para su vida, al mismo tiempo que de las dificultades que pueden encontrar en su proyecto de servir a la sociedad de manera activa. En su Carta a los jóvenes, el Papa Francisco, citando la Regla monástica de San Benito, (Regla III, 3) ha recordado que forma parte de la tradición de la Iglesia y tiene un talante teologal.

Más allá de la dimensión cristiana de las temáticas, el documento insiste en que la propuesta del Sínodo trata de ir al encuentro de todos los jóvenes, creyentes o no, cercanos o no a la Iglesia, insistiendo en apuntar que todos están llamados a vivir y a amar, así como todos esperan ser acompañados en su opción de vida.

Durante la reunión del Consejo general, de los Promotores generales y de la Coordinadora del DSI del mes de mayo, hemos invitado a Mons. Fabio Fabene del Secretariado permanente del Sínodo de Obispos que nos ha presentado el proceso de preparación del Sínodo, marcado por tres etapas: escuchar a los jóvenes, interpretar los hechos desde el discernimiento y la vocación y abrir caminos para avanzar juntos. En un primer momento, las conferencias episcopales y las conferencias de religiosos han sido invitadas a responder al cuestionario propuesto por el documento preparatorio. En junio, se abrirá un sitio web, que ofrecerá a los jóvenes la posibilidad de tomar parte activa en esta «encuesta». A partir de todas las respuestas se redactará un Documento de trabajo que constituirá la base de la reflexión del Sínodo.

En el curso del encuentro, Mons. Fabene ha subrayado dos temas sobre los cuales, a su parecer, la tradición dominicana podría aportar un aspecto particular: identificar lo que en el Evangelio y en la Tradición de la Iglesia puede atraer hoy a los jóvenes, identificar los medios por los que es posible llegar más fácilmente a los jóvenes, desde la riqueza y la diversidad de nuestros compromisos apostólicos o profesionales en el mundo de los jóvenes.

Vuestro hermano,

Fr. Bruno Cadoré, O.P.