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Invitación de Navidad

Siempre he pensado que la Navidad tiene magia, una magia que transforma a todas las personas en el mundo. De pronto nos vuelve más amables, más indulgentes, caritativos. Es como si de pronto, todos estuviéramos de acuerdo en dejar que el amor fluya de manera natural, sin miedo a ser lastimados; es como si, aunque sea por unos días, todos fuéramos hermanos de verdad, compañeros de vida…y no los desconocidos que somos todos los demás días.

Pero yo te invito a que la Navidad esté siempre dentro de nosotros. Siempre que estrechemos una mano con cariño, siempre que escuchemos a un hermano, siempre que trabajemos por los demás desinteresadamente, siempre que luchemos por una sociedad mejor, siempre que compartamos  que nace Jesús, nace Dios. ¡Es Navidad!

Cuando veamos la Navidad que sea de la forma correcta, el amor como principal invitado, y que ese invitado visite todas nuestras casas.

Viene cada año y vendrá siempre. Y con ella vienen los recuerdos y las costumbres. Esos recuerdos cotidianos humildes a los que todas las madres nos agarramos…como la Virgen María en los rincones secretos de su corazón.

Te invito a que tu mensaje de Navidad salga en silencio de tu corazón y que caliente con ternura el corazón de aquellos que nos acompañan en nuestro caminar por la vida, que esté llena de bendiciones, de sueños por soñar, de nuevos caminos por recorrer, de salud para brindar, de amor para llenar el alma, de canciones que enriquezcan el sonido de la vida, de amaneceres llenos de sol y anocheceres llenos de luna, de abrazos que abracen la vida.

Te invito a que esta Navidad se enciendan nuestras pequeñas luces y podamos decir de verdad

¡FELIZ NAVIDAD!

Mª José Benito