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Apertura del Jubileo en Palencia

By 11 noviembre, 2015No Comments

Apertura del Jubileo en Palencia

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El Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad de las monjas contemplativas, acogió el primer acto de la ceremonia de apertura del Año Jubilar Dominicano.

El prior del convento de San Pablo destacó en el saludo inicial que Santo Domingo de Guzmán fue «una figura señera de la Iglesia», y alabó el carisma con el que fundó una orden que lleva «800 años predicando la palabra de Dios». El nacimiento de la Orden de Predicadores surgió por la necesidad de reforzar la difusión del Evangelio «en un momento en el que la fe se tambaleaba y la incredulidad aumentaba».

A continuación se leyó el mensaje del Maestro de la Orden enviado desde la Basílica de Santa Sabina, en la que se arraiga la predicación de Santo Domingo.
«Salir a predicar era, para  él, predicar la unidad entre aquellos que creen y aquellos que no creen; la unidad de todos, porque todos somos capaces de una misma comunión. Esto es lo que Domingo quería anunciar».

Tras esta lectura, el coordinador de los actos que se celebrarán en Palencia, el P. Luis Miguel García, introdujo la ceremonia de la luz. Domingo de Guzmán es conocido como el santo de la luz de la Iglesia, por lo que la apertura del Año Jubilar se simbolizó en el encendido del cirio jubilar y a continuación de esta luz se prendieron ocho cirios más pequeños que representaban a las organizaciones vinculadas a la iglesia de San Pablo: las cofradías de la Vera Cruz, el Rosario y Fátima, los tres conventos dominicanos que hay en Palencia (San Pablo, la Piedad y Misioneras de Santo Domingo, que regentan el colegio), el grupo de jóvenes y los dominicos seglares. Y como si de una ramificación se tratara, estos ochos cirios prendieron las 500 velas que se repartieron entre los fieles y que iluminaron la procesión que se celebró desde el convento de la Piedad hasta la iglesia de San Pablo, con una imagen del santo llevada a hombros. Durante la procesión, las campanas de todas las iglesias, parroquias y monasterios de la capital repicaron anunciando la solemne apertura del Año Jubilar Dominicano.

En la iglesia de San Pablo se celebró una eucaristía presidida por el administrador diocesano, D. Antonio Gómez Cantero, en la que señaló que en los 800 años de la Orden «ha habido y hay mucha vida evangélica, mucha fraternidad y muchos desvelos por la predicación y misión evangelizadora, pues Domingo no optó por la cruzada, tan de moda entonces, sino por la predicación para la conversión del corazón». «Esta fuerza de la Palabra hace que el ministerio de la predicación vaya también asociado el ministerio de la conversión y la penitencia». De la Orden de Predicadores,  destacó «la predicación directa, la evangelización en tierra no cristiana, la enseñanza y el estudio constante en la pasión por la búsqueda de la Verdad, el perdón y la misericordia».

El administrador diocesano finalizó su homilía invitando a los hermanos y hermanas a ser «ejemplo de una vida común de oración y estudio; de pobreza evangélica para dar respuesta a la misión evangelizadora».

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