La falta de sensibilidad de sentirnos PERTENECIENTES puede llevarnos a mantener una actitud pasiva, indiferente y ausente, muere la ilusión, el interés por nuestra HISTORIA y vagamos sin horizonte. Debemos y tenemos que sentirnos pertenecientes a un Instituto, a ser y vivir como Dominicas Misioneras de Santo Domingo y no a otro
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