Skip to main content
Noticias

El Papa en África

By 26 noviembre, 2015No Comments

 

El recibimiento de Francisco en Kenia se llevó acabo por todo lo alto. Después de que un comité de bienvenida se recibiera en el aeropuerto internacional Jomo Kenyatta de Nairobi a las 16.30 de la tarde, un grupo de bailarines quiso hacer a su santidad una actuación especial.
Después en la casa presidencial, el presidente Kenyatta agradeció al Santo Padre que hubiera elegido Kenia como el primer destino de su viaje en África, pese a la amenaza terrorista que presenta. Allí no faltaron tampoco los dos ex presidentes kenianos, Daniel Arap Moi y Mwai Kibaki.
En su primer discurso pronunciado ayer alrededor de las seis y media de la tarde (hora local), Francisco esgrimió las tres prerrogativas que van a centrar su primer viaje oficial en África: los conflictos y violencia derivados de la pobreza, los problemas que atraviesa la juventud, y las consecuencias del cambio climático. Por otro lado, no ha querido dejar pasar la ocasión de resaltar a los mandatarios africanos la importancia de mantener la cohesión y democracia en sus naciones. «La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo son los que se alimentan en el miedo, la desconfianza y la desesperación, nacen de la pobreza y la frustración», sentenció evitando aludir al componente principal de muchos conflictos recientes, aunque luego amplió sus palabras. «En la medida en que nuestras sociedades experimentan divisiones – ya sea étnica, religiosa o económica – todos los hombres y mujeres de buena voluntad están llamados a trabajar por la reconciliación y la paz, el perdón y la curación».
Francisco alentó al presidente Kenyatta que su país, con una larga tradición democrática, debía compartir su experiencia con el resto de países de la región para formar una sociedad multiétnica integrada «en los sólidos cimientos del respeto mutuo, el diálogo y la cooperación». Además, no quiso pasar por alto el recomendar a los líderes políticos y económicos de una de las naciones más corruptas del mundo, que el Evangelio insiste en que «aquéllos a quien mucho se le ha dado, mucho se le exigirá». El broche de oro lo puso al finalizar sus palabras atreviéndose a hablar en swahili, para devoción de los asistentes. «Mungu ibariki, Kenia». Dios bendiga a Kenia.
La lluvia no ha dado tregua a Nairobi desde ayer a las seis de la tarde, sin embargo, no ha sido motivo suficiente para que los fieles se quedaran en sus casas en lugar de ir a ver a su santidad. O de ver su coche oficial, o incluso de ver su comitiva. Multitudes que se han desplazado desde distintas partes de África se expanden en puntos estratégicos de la ciudad a la espera de poder atestiguar de un modo u otro el «yo estuve allí el día que el Papa Francisco visitó Kenia por primera vez». A primera hora de la mañana el Papa, ha asistido a una reunión con varios líderes religiosos y ecuménicos en Nairobi.
Durante las dos horas de misa oficiadas por el Papa en italiano e inglés, y con varios pasajes leídos por religiosos locales en swahili, masai, kiborana y turkana, las lenguas de las tribus más importantes de Kenia. Ha alentado a la juventud, congregada en la Universidad de Nairobi, a estar «firmes ante la fe» y a no tener miedo porque ellos «pertenecen al señor». También ha querido destacar el respeto que la sociedad keniana tiene por la sabiduría de los ancianos y los niños. «La palabra de Dios llama a defender la familia», ha dicho refiriéndose a la importancia del cese de la violencia de género en el país, donde gran parte de las mujeres son maltratadas en sus hogares, y la importancia de todas las nuevas vidas que son «una bendición para nuestro mundo».
Por último, el Papa ha llamado a la solidaridad de los pueblos y a «estar cerca de todos los que pasan necesidad«.