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Noticias

El Papa y las familias

By 17 enero, 2015No Comments

 

El Papa: ‘Rechacen la colonización ideológica

que destruye a la familia’

 

Niños, jóvenes, matrimonios y ancianos de Filipinas; todos han respondido con gran entusiasmo a la llamada para reunirse en el Mall of Asia Arena de Manila, en el encuentro del Santo Padre con las familias.
El encuentro, ha sido una Liturgia de la Palabra, introducido por monseñor Gabriel Reyes, obispo de Antipolo y presidente de la Comisión Episcopal para la Familia. También ha dirigido unas palabras un miembro de la familia propietaria del Palacio de Deportes donde se desarrolla el evento.
Tras escuchar los cantos, el Papa ha leído un pasaje del Evangelio. Finalmente, ha escuchado varios testimonios, en los que se ha mostrado como la solidaridad familiar consigue superar problemas como la pobreza, la inmigración o la discapacidad.
Finalmente el Pontífice ha dedicado unas palabras destacando el papel de las familias en la sociedad. Haciendo referencia al papel de san José en el Evangelio, el Papa ha recordado que a José le fue revelada la voluntad de Dios durante el descanso. Por eso ha explicado que en este momento de descanso en el Señor, cuando nos detenemos de nuestras muchas obligaciones y actividades diarias, Dios también nos habla.
Así, el Santo Padre ha destacado tres aspectos de este pasaje: descansar en el Señor, levantarse con Jesús y María, y ser una voz profética.
Sobre el primer aspecto, el Pontífice ha precisado que el descanso es necesario para la salud de nuestras mentes y cuerpos pero también para nuestra salud espiritual, para que podamos escuchar la voz de Dios y entender lo que él nos pide. Y así, ha recordado que para oír y aceptar la llamada de Dios, y preparar una casa para Jesús, debemos ser capaces de descansar en el Señor y dedicar tiempo cada día a la oración. Por eso ha advertido que a pesar de toda nuestra actividad y ajetreo, sin la oración lograremos muy poco. A propósito, ha insistido en que las familias son importantes en el plan de Dios sobre la Iglesia porque ahí es donde aprendemos a amar, a perdonar, a ser generosos y abiertos, no cerrados y egoístas. Aprendemos a ir más allá de nuestras propias necesidades, para encontrar a los demás y compartir nuestras vidas con ellos.
En segundo lugar, Francisco ha hablado de cómo crecer con Jesús y María. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él, ha advertido. Es más, ha añadido, cada uno de nosotros tiene un papel especial que desempeñar en la preparación de la venida del reino de Dios a nuestro mundo. Así como el ángel reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto, Dios nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño.
A continuación, el Papa ha hablado de las dificultades que pesan sobre la vida familiar. Los efectos de los desastres naturales, la situación económica, la búsqueda de empleo. El Papa, improvisando en español, ha advertido sobre las colonizaciones ideológicas que tratan de destrozar la familia. Y así –ha añadido– como nuestros pueblos en un momento de la historia llegaron a la madurez de decir no a cualquier colonización política, como familia tenemos que ser muy sagaces, hábiles, fuertes, para decir no a cualquier intento de colonización ideológica sobre la familia. Si, por un lado, demasiadas personas viven en pobreza extrema, otras, en cambio, están atrapadas por el materialismo y un estilo de vida que destruye la vida familiar ha advertido.
Por esto, ha afirmado nuestro mundo necesita familias buenas y fuertes para superar estos peligros. Y así les ha pedido que sean ejemplo vivo de amor, de perdón y atención, santuarios de respeto a la vida y que proclamen la sacralidad de toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural.
Por último, el Pontífice ha precisado que el Evangelio escuchado recuerda el deber cristiano de ser voces proféticas en medio de la sociedad. Ha indicado que cuando las familias tienen hijos, los forman en la fe y en sanos valores, y les enseñan a colaborar en la sociedad, se convierten en una bendición para nuestro mundo.
Les ha pedido que sean especialmente conscientes, en este Año de los Pobres que se ha establecido en Filipinas, de la llamada a ser discípulos misioneros de Jesús. Que se preocupen especialmente de los ancianos y niños sin padres. A propósito, el Papa ha confesado estar profundamente conmovido en el corazón por el encuentro que tuvo esta mañana en un centro de niños huérfanos.
No escondáis vuestra fe, no escondáis a Jesús, llevadlo al mundo y dad el testimonio de vuestra vida familiar, ha exhortado el Papa.