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LA MUERTE HA SIDO VENCIDA

 Al tercer día resucitó», en esta piedra angular se basa la fe cristiana. El Señor de la vida había muerto, pero ahora vive y triunfa.

El Domingo de Pascua es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este hecho es fundamental para el cristiano. La historia cuenta que en cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterraResucitodo y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado. Van corriendo donde está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia: ¡Ha resucitado! Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. El desconsuelo que tenían, ayer, se transforma en una inmensa alegría. Y rápidamente lo transmiten a los demás Apóstoles y discípulos. Y todos permanecen con la Virgen esperando el momento de volver a encontrarse con el Señor.

Éste es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones, las cruces, la dignidad humana violada, la vida humana no respetada.

En la Resurrección la vocación cristiana descubre su misión: acercarla a todos los hombres. El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre el mal.

«En este día de tu triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre en ti, Señor, la valentía de oponerse de manera solidaria a tantos males que nos afligen»(Juan Pablo II)

Si la muerte ha sido vencida no hay motivo para la tristeza. Alegrémonos y hagamos partícipes a los demás de nuestra alegría.

RESURRECCIÓN