POESÍA: 800 años de camino
Hoy volví mi vista atrás,
contemplé el largo sendero
y vi más de mil “Estrellas”
brillando en tu firmamento.
Era el manto de María
en el que todas prendieron
alababan, bendecían,
predicaban en silencio.
Manos abiertas a Dios
contemplando su Misterio
volcadas sobre los hombres
y… comenzado de nuevo…
Pues tu carisma ¡oh Padre!
no pasa, no tiene tiempo,
se necesita en la tierra
más… continúa en el cielo…
Y… la luz de esas estrellas
nacidas de tu gran pecho
animan hoy, nuestros pasos
que, a veces, son tan inciertos…
¡Ven con tu antorcha, ven Padre!
prende el alma y los deseos,
pon fuego en el corazón
empuja hacia el mundo entero.
El hábito que nos diste
es el símbolo perfecto…
en si todos los colores:
albo, sencillo y abierto…
Que la albura sea signo
de la transparencia dentro,
pues los corazones limpios
descubren al Dios eterno…
La sencillez, humildad
nos dejaste en testamento,
ya que solo en ella arraiga
el Amor que es verdadero…
La Palabra ha de lanzarnos
como al “cachorro del fuego”
para prender nuestro mundo
y aún a todo el universo…
Camina a nuestra vera
que no queremos perdernos,
pues nos necesita el mundo
más que nunca, Padre nuestro…