Caen las hojas del calendario y hemos estrenado uno nuevo con bonitas ilustraciones que acompañan el año 2015.
Cada día tachado en mi calendario tuvo una historia, un proyecto, una alegría o una decepción. Cada cruz revela el tiempo pasado, los buenos
momentos, las metas alcanzadas y las que aún me quedan por alcanzar.
Cada hoja arrancada pasa una página más del libro de la vida que progresivamente voy escribiendo.
Al final de este año, descubro lo que conseguí, las esperanzas puestas en proyectos sencillos pero a la vez cargados de esfuerzo y tesón.
Descubro las veces que amé y las que dejé de amar al hermano que más cercano tenía.
Descubro los grandes pasos dados por alcanzar utopías y las veces que la desilusión se apoderó de mí.
Descubro la importancia de ser yo misma y las ocasiones en las que el miedo me replegó e intimidó.