El sábado 27 de abril, asistí como Delegada de Misiones de la diócesis de León a un encuentro de zona con las delegaciones de Oviedo, Santander, Astorga y León, en Meres, a unos pocos kilómetros de Mieres, (Asturias) El camino fue tremendamente cambiante: nieve, granizo y lluvia… todo ello lejos del sol que habíamos dejado en la ciudad de León.
Estos encuentros comenzaron el año pasado en la Virgen del Camino y después de evaluar esta iniciativa, los delegados vieron la necesidad de continuar con su celebración. Se valoró como un aspecto muy importante la formación de todos los voluntarios, colaboradores y seguidores de misiones en cada Diócesis. Este segundo encuentro tuvo como título: “La organización y formación de grupos dentro de dichas delegaciones”, para llevar a cabo un buen trabajo delegando en las personas distintas responsabilidades, teniendo como objetivo la Fe, no dejar que le Fe decaiga, avivar en nuestra sociedad hoy el rescoldo de lo que nuestros padres ayer nos transmitieron…
En el encuentro las preguntas sobre realidades distintas, salpicaban las inquietudes y los deseos de llegar a algo concreto y profundo para poder realizar esta misión dentro de las Diócesis. La participación masiva, no lo lograremos, pero es esencial, que no perdamos el espíritu misionero en nuestra vida y en la proyección de nuestras actividades en la evangelización que llevamos a cabo.
El ponente de este encuentro fue un religioso javeriano. Nos invitaba a organizar y proponer en cada parroquia y en cada colegio, un grupo misionero, pero se topaba muchas veces con las dificultades de algunos sacerdotes que no toman el peso de la misión en ningún sentido, y de algunas congregaciones, que, lejos de colaborar, trabajan para lo suyo propio, no haciendo iglesia diocesana. Salieron a la luz algunos otros problemas que personalmente desconocía y me hicieron pensar, pero ahora no puedo extenderme en esto.
Después de la comida pasamos al salón, era el momento de compartir las tareas y trabajos de cada delegación en su Diócesis, (me pareció muy interesante la de Oviedo, con una estupenda organización y participación de grupos). Una buena idea fue sugerir la posibilidad de organizar todo entre los Arciprestazgos para facilitar el trabajo con las campañas, las recaudaciones, la participación de niños y adolescentes y en definitiva, la posible implicación directa de los párrocos y los colegios…
Agradezco mucho todo lo vivido en el día, fue de un gran descubrimiento para mí en muchas cosas, para este nuevo trabajo de Delegada y que me sirven lógicamente, para llevar a cabo esta responsabilidad.
Colaboremos nosotras con nuestras respectivas diócesis siendo parte de ellas y no en solitario en nuestros propios barcos.
S. Lucía Santos