San Luis Bertrán fue un excepcional Maestro de Novicios y Formador de Religiosos. Misionero y predicador popular abnegado. Hombre de profunda cultura eclesiástica y creador de toda una Escuela de Espiritualidad.
Religioso recio, austero y gran penitente. Tenía una fuerte llamada a la contemplación.
Encarnó profundamente el ideal dominicano de alta contemplación. Abnegado misionero, profesó gran dedicación al estudio.
Hombre en apariencia serio, poseía un gran corazón cargado de cercanía y de dulzura.
El Papa Alejandro VIII lo nombró en 1690 Patrono principal de Colombia.