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Noticias

Santa Catalina de Siena

By 27 abril, 2024No Comments

A SANTA CATALINA

 

Si tú vivieras ahora

y nos trajeras tu “fuego”

Jesús, ardiendo en tu llama,

llenaría el mundo entero…

 

Ven a remover las brasas,

lleva ceniza en tu viento,

préndenos hoy, Catalina,

pues contigo arder queremos…

 

Porque no es nuestro carisma

caminar como hombres ciegos,

con una estrella en la frente

y el resplandor de tu incendio.

 

Esas huellas por Europa

queremos ir recogiendo…

mujer joven, iletrada y…

nunca tuviste miedo.

 

Fuiste consecuente, honrada,

de fe y carisma un misterio.

Jesús, pan en tus mañanas,

presencia en pobres y enfermos…

 

Entrar hasta esa “celdilla”

y sentarse allí sin tiempo,

alma en el horno de Amor,

los ojos en el Maestro…

 

La eternidad se hace instante

y tú quieres extenderlo…

pero… eres dominica…

te espera la calle, el pueblo…

 

Y tú, pobre mujer frágil,

te lanzas como un guerrero,

sea a servir la familia,

lavar platos, fregar suelos…

 

Sea recordar al Papa

las promesas… el sendero,

poner paz en las peleas… o

enviar un preso al Reino…

Para tu cuerpo gastado

es como un imán el cielo,

se levanta, se te pierde

“desposorios” y “misterios”…

 

Fuiste “Iglesia en salida”,

el Señor te envió a ellos…

“Palabra-Amor” son las alas

y tú… “Águila” en el firmamento.

 

¿Quién te podría parar,

si eres tú tan solo el eco

de Amor que nace y renace

cada mañana en tu seno?

 

Ese imparable impulso

nos traiga hoy tu recuerdo,

palabra a fuego de espíritu

grabada en vida y en pecho…

 

¡Vuelve, vuelve, Catalina,

disfruta ese gozo inmenso

de ver a estos hombres santos

guiando el “barco de Pedro”…!

 

Con menos de treinta años

sin letras, pan o dinero,

sin seguridad ni coches

corres más de mil senderos…

 

¿Qué disculpa podré dar

que justifique mis miedos?

Porque mirándote a ti

lo nuestro parece un juego…

 

Con solo treinta y tres años

está todo en flor tu huerto

y ese “tu amado” se asoma

entre las flores de almendros.

 

Ahora, por fin te has sentado

saciados tus anhelos

puedes contemplar por siempre

sus ojos, su amor eterno…

 

Sor Rosalía Gómez OP