“El Señor viene, viene a nuestra vida como Libertador, viene a librarnos de todas las esclavitudes exteriores e interiores. Es Él quien nos indica el camino de la fidelidad, de la paciencia y de la perseverancia, porque a su llegada, nuestra alegría será plena. Dios ha entrado en la historia para liberarnos de la esclavitud del pecado, ha puesto su tienda en medio de nosotros, para compartir nuestra existencia, curar nuestras llagas, vendar nuestras heridas y donarnos vida nueva. La alegría es el fruto de esta intervención de salvación y de amor de Dios”.
Papa Francisco